Cuando hablamos de tratamientos faciales, muchas veces pensamos directamente en el “después”: la piel luminosa, suave y renovada. Pero hay algo igual de importante que suele pasarse por alto: el antes. Sí, preparar tu piel antes de un tratamiento facial puede marcar la diferencia entre un buen resultado y uno espectacular. En este blog te contamos todo lo que necesitas saber, con un enfoque realista, humano y basado en nuestra experiencia profesional.
¿Por qué es importante preparar tu piel antes de un tratamiento facial?
Preparar tu piel antes de un tratamiento facial es más que un paso extra: es parte esencial del proceso. Imagina que vas al gimnasio sin haber calentado. El resultado puede ser menos efectivo, incluso contraproducente. Con tu piel ocurre lo mismo.
Cuando la piel llega al tratamiento en equilibrio (ni irritada, ni saturada, ni con barreras dañadas) responde mucho mejor. Los activos penetran más profundamente, se estimula la regeneración celular de forma más eficiente y los resultados se mantienen por más tiempo.
Además, preparar la piel ayuda a identificar cómo está realmente. Muchas veces, los productos que usamos a diario pueden enmascarar deshidratación, sensibilidad o inflamación. Al darle unos días de descanso y una rutina enfocada, permitimos que el profesional que te va a tratar vea lo que realmente necesita tu piel.
También es una cuestión de prevención. Si tu piel está sensibilizada, puede reaccionar peor a tratamientos que implican exfoliación, láser o calor. En cambio, una piel preparada responde con mayor tolerancia y se recupera más rápido.
En resumen, preparar la piel:
- Mejora la absorción de los principios activos.
- Reduce el riesgo de irritaciones o efectos adversos.
- Permite resultados más duraderos y visibles.
- Ayuda al profesional a diseñar un tratamiento más efectivo.
- Favorece una recuperación más rápida.
Este paso previo es, en realidad, un acto de autocuidado. Es demostrarle a tu piel que no solo quieres resultados, sino que estás dispuesta a acompañarla en el proceso de forma respetuosa y consciente.
Pasos previos para preparar tu piel correctamente
Cada piel es distinta, y lo ideal es personalizar este proceso. En nuestra estética en Madrid ofrecemos un diagnóstico facial profesional para ayudarte a definir tu rutina previa. Aun así, hay algunos pasos generales que siempre suman:
1. Evita la exposición al sol
Al menos una semana antes del tratamiento, evita tomar el sol o usar cabinas de bronceado. La radiación UV puede sensibilizar la piel, hacerla más reactiva y aumentar el riesgo de manchas tras un procedimiento.
2. Mantén tu piel hidratada (pero sin saturarla)
Una piel hidratada responde mejor, pero eso no significa aplicar mil productos. Usa una hidratante ligera y efectiva, bebe suficiente agua y, si tu piel lo permite, incorpora ingredientes como ácido hialurónico unos días antes.
3. Suspende el uso de ácidos y exfoliantes fuertes
Unos 3-5 días antes, evita productos con retinol, ácido glicólico, salicílico o cualquier exfoliante fuerte. Estos pueden dejar la piel sensibilizada y más propensa a reacciones. Tu piel debe llegar calmada y equilibrada al tratamiento.
4. Limpieza suave y constante
No necesitas hacer limpiezas profundas por tu cuenta. Simplemente mantén una rutina de limpieza suave, mañana y noche, para eliminar impurezas, grasa y restos de productos.
5. Menos es más: cuidado con el maquillaje
Evita el maquillaje, especialmente el día del tratamiento. Si vienes a nuestra estética, llegar con la piel limpia y sin productos nos permite diagnosticarla mejor y tratarla con más precisión.
6. Consulta si debes preparar la piel con algún producto específico
En algunos casos, como pieles con melasma, acné o tendencia a herpes, puede ser recomendable preparar la piel con despigmentantes, antivirales o productos calmantes. Es clave comentarlo durante el diagnóstico previo.
Lo que nadie te cuenta (pero deberías saber)
Muchas veces se habla de los milagros de un tratamiento facial, pero no se menciona que los mejores resultados suelen venir de una piel bien cuidada antes de comenzar. No se trata de hacer más, sino de hacer lo correcto.
En Anna Vázquez Skincare, te ayudamos a entender qué necesita tu piel y cómo llegar al tratamiento con ella en su mejor versión. Porque no se trata solo de verte bien, sino de cuidarte con conciencia y eficacia.